En Buenos Aires, como en las grandes ciudades,
son infaltables las historias de fantasmas.
La Torre del Fantasma
En el centro del Barrio de La Boca, sobre
las intersecciones de la avenida Almirante Brown y las calles Wenceslao
Villafañe y Benito Pérez Galdós se encuentra la Torre del fantasma. En 1910,
María Luisa Aucert Aumaud encargó la construcción de un edificio para rentas y
al ver la hermosa casa, decidió vivir allí. Al poco tiempo, sus sirvientes se
fueron del lugar porque decían que escuchaban ruidos aterradores. Y luego, la
dueña del lugar abandonó la casa de manera misteriosa.
El lugar fue adquirido por otro
propietario, quien rentó la torre a una artista plástica llamada Clementina.
Una vez una periodista fue a entrevistarla y tomó fotografías de las obras.
Dicen que a partir de ese día comenzaron a suceder hechos misteriosos en la
torre. Inexplicablemente, Clementina se suicidó. Nadie supo por qué.
Cuando la periodista revela las fotos
aparece en éstas una imagen aterradora: tres duendes rodeaban la pintura
fotografiada. Intrigada, la periodista averiguó de la existencia de María Luisa
Aucert Aumaud y viajó para entrevistarla. María Luisa le manifestó el horror
que había vivido en la casa: sabía de la existencia de los duendes y le dijo
que un día uno de ellos quiso aprovecharse de una de sus sirvientas, pero al
ser rechazado por ésta, comenzó la indescriptible pesadilla.
Comentan en el Barrio de La Boca que
todavía hoy se siguen escuchando ruidos en la torre.